La escultura en acero corten homenaje al bertsolari Xenpelar, titulada "Xenpelarren Fruituak" (Los frutos de Xenpelar), es una obra que celebra la rica tradición de la poesía improvisada en el País Vasco. Su estructura, evocadora de un árbol, simboliza el crecimiento y la vitalidad de la cultura, mientras que sus hojas, en las que están escritos versos de Xenpelar, representan los frutos que este poeta ha ofrecido a la comunidad.

La elección del acero corten no solo proporciona un acabado robusto y duradero, sino que también refleja la resistencia de la tradición vasca. Este trabajo artístico fue el ganador del concurso de escultura "Xenpelar", destacándose por su capacidad de transmitir emociones y rendir tributo a esta figura emblemática de la tradición oral.

Su presencia en el espacio público invita a la reflexión sobre la identidad cultural y la importancia de la poesía en la vida cotidiana.